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Haifa Blog

14May2015

El analisis de Savia como ayuda a la fertilización

El análisis de savia de la planta es poco o nada común a la hora de tomar decisiones en el equilibrio de abonado de los cultivos, debido al desconocimiento que de él se tiene. Sin embargo, es imprescindible para valorar la absorción de nutrientes por la planta

El analisis de Savia como ayuda a la fertilización


El análisis de savia de la planta es poco o nada común a la hora de tomar decisiones en el equilibrio de abonado de los cultivos, debido al desconocimiento que de él se tiene. Sin embargo, es imprescindible para valorar la absorción de nutrientes por la planta. El conocimiento de ello nos ayuda a corregir el equilibrio en gotero, comprobando las concentraciones de nutrientes y sus relaciones entre sí, en el entorno de la hoja, evitando excesos o carencias en la composición de la planta. 

La idea es hacer comprender la utilidad de esta herramienta, para ajustar el aporte de nutrientes a las necesidades de la planta en las distintas etapas de cultivo y adelantarse a posibles carencias o excesos de los diferentes elementos. 

Los objetivos que pretendemos obtener con el uso de esta herramienta, son los de conseguir datos de la absorción de la planta, después de haber aplicado el equilibrio que se haya considerado adecuado para el estado del cultivo a que se refiera, y haber interaccionado entre ellos en el suelo o sustrato en el que se encuentre dicho cultivo. 
Una vez conocidos estos resultados, reajustar el equilibrio de partida, en el caso de no encontrar un buen ajuste en la hoja, aumentando o disminuyendo el aporte de aquellos nutrientes que sean objeto de modificación, para conseguir la estabilidad necesaria dentro de la planta. 

Los resultados obtenidos en las analíticas de savia dependen mucho de los factores que influyen en la absorción de minerales, tales como la composición y calidad de los suelos o en su caso, sustrato, el equilibrio entre los diferentes minerales en este medio, el momento de la aplicación, dado su estado fenológico y la disponibilidad de las plantas para absorber los minerales. Importante también, es la calidad de la raíz, porque de ello dependerá en gran medida la velocidad de absorción y la elección de los minerales a absorber. La vida del suelo que facilitará la creación de sustancias que ayuden a la absorción. La calidad del agua de riego limitará o facilitará la entrada de determinados nutrientes. El sodio es un elemento muy asimilable por la planta, que nos interfiere en la toma de otros que tienen vital importancia en el metabolismo de la planta. Por último, la incidencia que en la absorción tiene el clima, la temperatura, la luz, etc. Es el factor que menos podemos controlar en cultivos sin control de clima, y resulta si cabe, de mayor importancia que el resto. 
No son pocos los factores que influyen en la absorción de minerales, como para obviar la utilización del análisis de savia como herramienta de ayuda para ajustar el aporte de nutrientes a las necesidades reales de la planta. 
Con análisis de riego y suelo, la información obtenida es siempre lo que queremos aportar y lo que tenemos en disolución, para ser absorbido por la planta. Sin embargo, un análisis de savia nos va a aportar información que de ninguna otra forma podríamos saber, como es, la absorción en tiempo real de los nutrientes, que no siempre son tomados guardando las relaciones existentes en el suelo, debido a distintos factores que influyen en que se absorban unos en mayor cantidad que otros y que hemos mencionado anteriormente. 
También, al obtener la información de concentraciones de nutrientes en tiempo real, nos podemos anticipar a posibles carencias y/o excesos antes de aparecer los síntomas, pudiendo corregir sin necesidad de que la planta sufra el estrés correspondiente a ese desequilibrio. Además, nos permite ver el verdadero balance de los diferentes elementos en el interior de la planta. Al medir los grados brix y saber las concentraciones de determinados elementos minerales, podemos saber la actividad metabólica de la planta. 
Y por ultimo, con los resultados obtenidos se puede hacer una valoración de la vida post cosecha de los frutos que en ese momento son objeto de recolección, con lo que esto puede servir de instrumento para las comercializadoras para valorar el lugar de venta del producto. Por tanto, puede valer para determinar si los frutos de determinadas fincas, son de utilidad para los requisitos deseados por la comercializadora, con lo que podría asegurarse la calidad que compra, antes de ser recolectados, anulando la recolección si los parámetros obtenidos no son los deseados, dando así, una seguridad a los clientes que demandan calidad ante todo. 
La interpretación de los resultados del análisis de savia se dividen en 6 bloques bien diferenciados, tales como la interpretación de conductividad eléctrica, el pH, y ºBrix, como una visión general del estado del cultivo. Después valorar las concentraciones de cada elemento, aunque de nada vale sin tener en cuenta la interacción entre ellos. Por último, los oligoelementos, que se estudian por separado y la interacción con los fosfatos. 
La CE, es un dato que nos da a entender si la planta contiene los nutrientes necesarios. 
Cuando la CE es baja, la absorción de nutrientes por la planta es insuficiente, cuando esto ocurre, hace que la presión osmótica disminuya y dificulte la absorción, pudiendo ocurrir que el suelo o sustrato tenga mayor CE, que la planta, provocando la deshidratación de la misma. 
Cuando la CE es alta, la planta está sobrealimentada y ello puede acarrear problemas de salud, por lo que hay que vigilar que los niveles estén dentro de lo normal. Además hay que comprobar si es debido a un elemento determinado o al conjunto de todos ellos. Para averiguarlo, hay que profundizar en el análisis de los elementos. 
El rango medio en el que debe encontrarse la CE, oscila entre 12 y 15 mS/cm. 

En cuanto a pH, resaltar que cuando es muy bajo, es debido a un desequilibrio entre cationes, pudiendo comprobar que al menos uno de ellos está en rangos de deficiencia, y cuando resulta ser alto, la deficiencia es de uno o más aniones. Aunque en bibliografías encontramos como pH normal el de 6.4, hemos encontrado la mayoría de los cultivos considerados como buenos, en un entorno de 5.5 – 6. 

Alta concentración de azucares revierte en un buen estado nutricional y mayor valor nutricional del cultivo. 
Baja concentración, evidencia falta de transformación de nutrientes. Afecta a la fotosíntesis. 
CATIONES 
Cada elemento por separado da una idea de concentración, pero sin valorar el balance con el resto de cationes, no puede tomarse ninguna decisión respecto a reajustar el equilibrio de entrada. 
Como cationes que más influyen en el comportamiento de la planta, tenemos el calcio y el potasio, siendo el calcio, el elemento predominante en la época de crecimiento y formación de frutos, pasando el testigo al potasio en los estadios de engorde y maduración. 
Se acostumbra a elevar la conductividad para provocar la floración, con lo que tenemos como elemento predominante al potasio, en detrimento del calcio, tan necesario para la formación de flores y frutos. Por tanto, una vez conseguido regular el crecimiento de la planta debería vigilarse la concentración de calcio en planta, que está influida por la concentración de potasio existente. Podemos tener un aporte adecuado de calcio y no ser absorbido por la planta, a causa de un exceso de potasio. Bajar el suministro de potasio puede ayudar a tener los niveles correctos en planta. Este balance es de vital importancia. Otro elemento influyente, sobre todo en cultivos de aguas salinas, es el sodio, que hace de elemento osmorregulador y con concentraciones altas deben de considerarse valores más altos del resto de cationes para que el balance sea el deseado. El magnesio es un elemento muy importante en las fases en que el potasio es el elemento predominante, procurando que los niveles se incrementen respecto a la fase de crecimiento. 
En un análisis de savia, la relación más importante para regular la planta es la de calcio/potasio. Esta relación es la que determina la importancia del dominio del crecimiento de órganos y el engorde y maduración de los frutos. Dependiendo de qué elemento sea el que predomine en los jugos de la hoja, así será la respuesta de la planta para activar mecanismos que ayuden a un buen balance en el interior del vegetal. Al inicio del cultivo, deberá de haber grandes cantidades de calcio, que de no haberlas y tener un nivel adecuado de nitratos, habrían de ser aportadas desde otras fuentes que no sea el nitrato de cal. Cuando utilizamos como única fuente de calcio, este fertilizante, podemos excedernos en la cantidad de nitratos, provocando un desequilibrio indeseado y por ello en multitud de ocasiones no abastecemos a la planta del calcio necesario. Por consiguiente, es aconsejable aportar calcio desde otras formas químicas en las que no vaya ligado a nitratos. Una vez que la planta tiene los frutos formados y se necesita subir en azucares y peso de los frutos, es el potasio el que toma mayor relevancia, acompañado de un ascenso en valor absoluto de magnesio, dando así la fortaleza necesaria para poder cumplir con lo exigido en esta fase por los frutos y continuar a su vez, con un crecimiento regular del propio vegetal. 
Calcio/boro: 
Cuando se suministra calcio en grandes cantidades, debe de ir acompañado de un aporte de boro, que garantice su presencia en los jugos de la planta, para que entre otras cosas, haya una buena formación de polen y estructura celular. 
Nitratos/cloruros: 
En ocasiones, utilizamos cloruro potásico, para mejorar el color de hojas y frutos, sobretodo en cultivos con aguas de buena calidad, consiguiendo mejorar la calidad de los frutos, pero en la mayoría de los casos, ésta es la respuesta a una bajada de nitratos provocada por el aumento de cloruros en savia. De manera que podríamos ahorrarnos el aporte de cloruro potásico, si conocemos de antemano la concentración de nitratos existente en ese momento en la savia de la planta. De esta forma, no tendríamos que provocar un estrés para contrarrestar otro. 
Fosfatos/oligoelementos: 
Por último, hacer mención a la importancia que tiene no excederse en el aporte de fosfatos, para poder absorber los micronutrientes necesarios para el buen funcionamiento del cultivo. 
Como conclusión, podíamos decir que el análisis de savia es una herramienta que bien utilizada, resulta imprescindible en la toma de decisiones en el balance de nutrientes para cualquier cultivo. 

Jesús González Vargas 
Director de desarrollo de Ferticontrol FITOCAÑADA

El analisis de Savia como ayuda a la fertilización

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