Guía de fertilización y cultivo de cebolla: nutrición

La función de los nutrientes vegetales

Nitrógeno (N)
 

La producción de bulbos secos normalmente requiere 200–300 kg N/ha. Se recomienda incorporar 25–30% del nitrógeno total antes de la siembra. El 70–75% restante debe aplicarse en dosis fraccionadas cada 10–14 días durante un período de 2 a 2,5 meses, comenzando aproximadamente dos meses después de la siembra.

  • Deficiencia: Limita severamente el crecimiento y reduce el rendimiento.

  • Exceso: Favorece plantas excesivamente suculentas, lo que las hace más vulnerables a heladas, enfermedades y floración prematura. Altos niveles de nitrógeno hacia el final de la temporada pueden retrasar la madurez, promover bulbos con doble centro y reducir la calidad de almacenamiento.

Se recomienda evitar aplicaciones de nitrógeno una vez que el bulbo haya alcanzado 2/3 de su tamaño final.


Fósforo (P)
 

El fósforo es esencial para el desarrollo temprano de las raíces y cumple un papel vital durante todo el ciclo de crecimiento. Debido a que es relativamente inmóvil en el suelo, la mayor parte del fósforo debe aplicarse antes de la siembra o hasta la etapa de desarrollo del bulbo.

Las cebollas dependen en gran medida de los hongos micorrícicos arbusculares para absorber fósforo en suelos con niveles bajos a medios de fósforo (P). Estos hongos también mejoran la absorción de zinc y otros micronutrientes en suelos calcáreos con pH alto.

  • Síntomas de deficiencia: Crecimiento lento, maduración tardía, hojas verdes opaco, secado de puntas y bulbos de cuello grueso (sin el amarillamiento que se observa en deficiencia de N o K).

  • Requisito del suelo: Mantener el P disponible en 25 ppm. Por cada 1 ppm por debajo del objetivo, aplicar 1 kg P/ha.


Potasio (K)
 

El potasio es crucial para la regulación del agua, la integridad de la pared celular y la transferencia de energía en las plantas.

  • Práctica recomendada: Aplicar entre 30–50% del K total antes de la siembra, y el resto durante el desarrollo del bulbo para mejorar el tamaño y la calidad del bulbo.

  • Síntomas de deficiencia: Follaje verde oscuro, puntas de hojas marchitas (especialmente en la superficie superior), hojas caídas y transición a una textura parecida al papel con clorosis que se asemeja a la deficiencia de nitrógeno.

  • Requisito del suelo: Objetivo de 12 meq/100g (método de extracción con CaCl₂).

  • Aplicar 200–300 kg/ha de nitrato de potasio como fertilización de cobertura antes del inicio del engrosamiento del bulbo.



cMagnesio (Mg)
 

El magnesio es esencial para la síntesis de clorofila y la fotosíntesis.

  • Si el contenido de magnesio en el suelo es bajo, aplicar 30 kg Mg/ha antes de la siembra.

  • Síntomas de deficiencia: Crecimiento lento y amarillamiento uniforme de las hojas más viejas.


Azufre (S)
 

El azufre participa en la síntesis de proteínas y en el funcionamiento de las enzimas.

  • En cebollas sembradas directamente o trasplantadas, se recomienda aplicar azufre de forma temprana. 

  • Aplicar en dos etapas:

    • La mitad en la siembra o trasplante,

    • La otra mitad antes del desarrollo del bulbo.

  • Tasa de aplicación 45–70 kg S/ha.

  • No se debe excluir el azufre del plan de fertilización, incluso en suelos ricos en este elemento.

 


Boro (B) 
 

El boro es importante para la resistencia de las paredes celulares y el desarrollo de los tejidos.

  • Aplicar 1 kg B/ha antes del trasplante o la siembra si los análisis de suelo indican deficiencia.

  • Precaución: El boro puede ser tóxico; no exceda la dosis recomendada.

  • Síntomas de deficiencia: Crecimiento distorsionado o reducido, hojas quebradizas, decoloración gris o azul verdosa, clorosis y grietas cerca de la base de la hoja.


Zinc (Zn)
 

El zinc es esencial para la actividad enzimática y la producción de hormonas de crecimiento. Las cebollas son muy sensibles a la deficiencia de zinc.

  • Aplicar 6 kg Zn/ha solo si los análisis de suelo confirman la deficiencia.

  • Aplicar únicamente si es necesario, ya que un exceso de zinc puede ser tóxico.

  • Síntomas de deficiencia: Crecimiento reducido, clorosis internerval y torsión de las hojas.

  • El zinc generalmente se aplica como fertilización de base.

 

Estrategia de suministro de fertilizantes

Debido a su sistema radicular poco profundo y disperso, las cebollas requieren una gestión precisa de nutrientes y agua. Los nutrientes poco móviles, como el fósforo (P), el potasio (K) y los micronutrientes, no son fácilmente alcanzados por las raíces, mientras que nutrientes móviles como el nitrógeno son propensos a la lixiviación.

Para maximizar la eficiencia en el uso de nutrientes:

  • Aplique los fertilizantes cerca de la zona radicular.
  • Utilice Nutrigation™ (fertirrigación) o fertilizantes de liberación controlada para garantizar un suministro constante y equilibrado durante toda la temporada.

Estos métodos mejoran la absorción de nutrientes, reducen las pérdidas y aumentan la rentabilidad del productor, al tiempo que minimizan el impacto ambiental.
 

Análisis foliar

Guía de análisis foliar para diagnosticar el estado nutricional del cultivo

La parte de la planta que debe muestrearse es la hoja más alta

 

Momento de muestreo y nutrienteNivel de nutriente
DeficienteIntermedioSuficiente
Temprana (antes de la formación del bulbo)

Total N, %

<3

3-4

>4

PO4-P, ppm

<1000

1000-2000

>2000

Soluble K, %

<3

3-4

>4

Media (formación del bulbo)

Total N, %

<2.5

2.5-3

>3

PO4-P, ppm

<1000

1000-2000

>2000

Soluble K, %

<2.5

2.5-4

>4

Final de la temporada (después de la formación del bulbo)

Total N, %

<2

2-2.5

>2.5

PO4-P, ppm

<1000

1000-2000

>2000

Soluble K, %

<2

2-3

>3

(UC Davis, 2016)